2009. december 8., kedd
La Reconquista
El término: historiografía y tradición
Según algunos académicos, el término es históricamente inexacto, pues los reinos cristianos que «reconquistaron» el territorio peninsular se constituyeron con posterioridad a la invasión islámica, a pesar de los intentos de algunas de estas monarquías por presentarse como herederas directas del antiguo reino visigodo.
Se trataría más bien de un afán de legitimación política de estos reinos, que de hecho se consideraban reales herederos y descendientes de los visigodos, y también el intento de los reinos cristianos (especialmente Castilla) de justificar sus conquistas, al considerarse herederos de sangre de los godos.
El término parecería asimismo confuso, mas aún considerando el hecho de que tras el derrumbe del Califato (a comienzos del siglo XI), los reinos cristianos optaran por una política de dominio tributario -parias- sobre las Taifas en lugar de por una clara expansión hacia el sur; o las pugnas entre las diferentes coronas –y sus luchas dinásticas-, que sólo alcanzaron acuerdos de colaboración contra los musulmanes en momentos puntuales.
Esto es debido a que a los reinos cristianos peninsulares les convenía recibir tributos de los moriscos, lo que no quiere decir que desistiesen en ningún momento de la Reconquista de dichos territorios.
El poder feudal, al contrario de lo que se pueda pensar en este caso, no prevalecía sobre la causa religiosa de la reconquista del territorio peninsular, sino que primero se debía afianzar dicho poder de reinos y nobles divididos para, una vez unidos, atacar de nuevo a los moriscos en la "cruzada" peninsular.
Sin embargo, la temprana reacción en la cornisa cantábrica en contra del Islam (recordemos que Don Pelayo rechazó a los sarracenos en Covadonga apenas siete años después de que atravesaran el estrecho de Gibraltar), e incluso su rechazo del territorio actualmente francés después de la Batalla de Poitiers del año 732, pueden sustentar la idea de que la Reconquista sigue casi inmediatamente a la conquista árabe.
Más aún, «gran parte de dicha cornisa cantábrica jamás llegó a ser conquistada», lo cual viene a justificar la idea de que la conquista árabe y la reconquista cristiana, de muy diferente duración (muy corta la primera y sumamente larga la segunda), se superponen, por lo que podría considerarse como una sola etapa histórica, sobre todo si tenemos en cuenta que la batalla de Guadalete, la primera batalla por defender el reino visigodo en el año 711, marca el inicio de la invasión musulmana.
González Ferrín en su obra Historia General de Al-Andalus, en la que hablando de la Reconquista dice «que en verdad nunca existió»; igualmente plantea que Al-Andalus «constituye un eslabón insustituible de la historia europea». En su España invertebrada, José Ortega y Gasset afirmaban que «Una reconquista de seis siglos no es una reconquista». Historiadores, como Ignacio Olagüe Videla en su controvertida y discutible La Revolución islámica en Occidente (1974), consideran que la invasión militar árabe es un mito y sostienen que la creación de Al-Ándalus fue el resultado de la conversión de gran parte de la población hispana al Islam.
Algunos autores han propuesto con poco éxito el término alternativo de «conquista cristiana», sin las implicaciones ideológicas del término «reconquista». A pesar de todo el término reconquista sí es exacto, pues la Península era territorio cristiano con los godos, y volvió a ser cristiano con quienes se encargaron de recuperarlo como sucesores de los visigodos, independientemente de la duración de esta etapa.
El avance de los reinos cristianos en la Península Ibérica fue un proceso lento, discontinuo y complejo en el que se alternaron períodos de expansión con otros de estabilización de fronteras y en el que muchas veces diferentes reinos o núcleos cristianos siguieron tambien ritmos de expansión distintos, a la vez que se remodelaban internamente a lo largo del tiempo (con uniones, divisiones y reagrupaciones territoriales de signo dinástico) y a la vez que, también, cambiaba internamente la forma y fuerza del poder musulmán peninsular al que se enfrentaban (que experimentó diversas fases de poder centralizado y períodos de disgregación).
Asímismo la expansión conquistadora estuvo salpicada de continuos conflictos y cambiantes pactos entre reinos cristianos, negociaciones y acuerdos con poderes regionales musulmanes y, puntualmente, alianzas cristianas más amplias contra aquellos como la más sonada (por su excepcionalidad) y de mas amplios vuelos en la Batalla de las Navas de Tolosa en 1212, que supuso el principio del fin de la presencia almohade en la Península Ibérica.
El estudio de tan complejo proceso pasa por el establecimiento de diferentes fases en las que los historiadores han establecido perfiles diferenciados en los ritmos y características de conquista, ocupación y repoblación.
Siglos VIII-X.
Completada la conquista sólo queda una estrecha franja montañosa en el Norte. Su principal esfuerzo hasta el siglo X irá dirigido a consolidar nuevas estructuras político-institucionales sobre unas realidades socio-económicas en transformación (el asentamiento masivo de población huida del avance musulmán), configurando las bases del feudalismo en la Península.
Al Oeste se afianzó el reino asturiano, extendiéndose entre Galicia, el Duero y el Nervión. Al Este la Marca defensiva carolingia germinará en diferentes núcleos cristianos pirenaicos. Su precaria situación quedará demostrada durante el reinado de Abd al-Rahman III (912-961), cuando reconozcan la soberanía del Califato, convirtiéndose en Estados tributarios.
Siglos XI-XII.
La disgregación del Califato (Taifas) facilitará un lento avance cristiano por la Meseta norte y el valle del Ebro, consolidándose institucionalmente los reinos. Ello será financiado con las imposiciones tributarias (Parias) a que sometieron a los reinos musulmanes, convirtiéndolos virtualmente en protectorados. Es un período de europeización, con la apertura a las corrientes culturales continentales (Cluny, Cister) y la aceptación de la supremacía religiosa de Roma.
El avance castellano-leonés (Toledo, 1085) provocó sucesivas invasiones norteafricanas –Almorávides y Almohades- que evitaron el colapso de la España musulmana. La repoblación entre el Duero y el Tajo se sustenta en colonos libres y concejos con amplia autonomía (fueros), mientras que en el Ebro los señoríos cristianos explotarán a la población agrícola musulmana.
Siglos XIII-XIV.
La alianza entre los reinos cristianos (Navas de Tolosa, 1212) logra el definitivo derrumbe del Al-Andalus, conquistando con gran celeridad el sur peninsular (salvo Granada). Una expansión protagonizada por las coronas de Castilla y Aragón generará determinados problemas: la absorción de un enorme volumen territorial y poblacional. En Andalucía y Murcia, la imposición de grandes señoríos –nobles guerreros y órdenes militares- y la expulsión de las poblaciones autóctonas –agrícolas y artesanas- derivará en la decadencia económica del territorio. En Valencia y Alicante, los señoríos cristianos, de menor extensión, se superpondrán a una población musulmana que mantendrá la prosperidad económica. Problemas solapados con la crisis económica del siglo XIV y las guerras civiles que desangraron a los reinos de la España bajomedieval.
Siglo XV.
La supervivencia del reino nazarí de Granada responde a varias razones: su condición de vasallo del rey castellano, su conveniencia para éste como refugio de población musulmana, el carácter montañoso del reino (complementado con una consistente red de fortalezas fronterizas), el apoyo norteafricano, la crisis castellana bajo medieval y la indiferencia aragonesa (ocupada en su expansión mediterránea). Además, la homogeneidad cultural y religiosa (sin población mozárabe) proporcionó al Estado granadino una fuerte cohesión.
Su desaparición a finales del siglo XV –además de por sus interminables luchas dinásticas- se ensarta en el contexto de la construcción de un Estado moderno llevado a cabo por los Reyes Católicos a través de la unificación territorial y el reforzamiento de la soberanía de la Corona.
También en los territorios que habían vuelto a pasar bajo el dominio de los reyes cristianos seguían viviendo musulmanes. Así se producía un intercambio cultural importante entre musulmanes y cristianos. Junto con estas dos culturas coexistía la judía. Sabían, además del hebreo, el árabe y el castellano, por lo que tenían un papel importante en la traducción de textos a diversos idiomas (junto con traductores cristianos en la Escuela de Traductores de Toledo).
Gracias a la traducción al latín, los textos árabes tendrían difusión en otros países europeos, y no fue menos importante el hecho de que los árabes habían conservado y traducido una inmensa cantidad de textos griegos y latinos, que por esta vía volvieron a ser parte de la cultura europea.
La tolerancia religiosa que había habido hasta entonces dejó de serlo con la expulsión de los judíos en 1492. Acabó del todo un siglo después, con la expulsión de los moriscos, homogeneizando así toda la península en materia de religión.
El foco asturiano
En el año 718 se sublevó un noble llamado Pelayo. Fracasó, fue hecho prisionero y enviado a Córdoba (los escritos usan la palabra «Córdoba», pero esto no implica que fuera la capital, ya que los árabes llamaban Córdoba a todo el califato).
Sin embargo, consiguió escapar y organizó una segunda revuelta en los montes de Asturias, que empezó con la batalla de Covadonga de 722. Esta batalla se considera el comienzo de la Reconquista.
La interpretación es discutida: mientras que en las crónicas cristianas aparece como «una gran victoria frente a los infieles, gracias a la ayuda de Dios», los cronistas árabes describen un enfrentamiento con un reducido grupo de cristianos, a los que tras vencer se desiste de perseguir al considerarlos inofensivos. La realidad es que esta victoria de Covadonga, por pequeñas que fueran las fuerzas contendientes, tuvo una importancia tal que polarizó en torno a Don Pelayo un foco de independencia del poder musulmán, lo cual le permitió mantenerse independiente e ir incorporando nuevas tierras a sus dominios.
En cualquier caso, los árabes desistieron de controlar la zona más septentrional de la península, dado que en su opinión, dominar una región montañosa de limitados recursos e inviernos extremos no valía la pena el esfuerzo. Los cristianos de la zona no representaban un peligro, y controlar el extremo más alejado supondría más costes que beneficios. De todas formas, la sorprendente expansión del minúsculo Estado pronto preocupó a las autoridades califales. Hubo sucesivas incursiones (en tiempos de Alfonso II, se hizo una cada año en territorio asturiano), pero el reino sobrevivió y se siguió expandiendo, con sonoras victorias, como la toma de Lisboa en 798.
El reino estuvo por épocas muy vinculado al de los francos, sobre todo a raíz del «descubrimiento» del supuesto sepulcro del apóstol Santiago. Esta idea «propagandista» consiguió vincular a la Europa cristiana con el pequeño reino del norte, frente a un sur islamizado.
El Reino de Asturias tuvo varias escisiones. La primera a la muerte del rey Alfonso III el Magno, que repartió sus dominios entre tres de sus cinco hijos: García, Ordoño y Fruela. Estos dominios incluían, además de Asturias, el condado de León, el de Castilla, el de Galicia, la marca de Álava y la de Portugal (que entonces era sólo la frontera sur de Galicia). García se quedó León, Álava y Castilla, fundando el Reino de León. Ordoño se quedó Galicia y Portugal, y Fruela se quedó Asturias.
El foco pirenaico: formación de los reinos
Se originó a partir de la resistencia carolingia (el caudillo franco Carlos Martel había rechazado la invasión musulmana de Aquitania en la Batalla de Poitiers en 732). Posteriormente su sucesor, Carlomagno, creó la Marca Hispánica (frontera militar del sur).
Navarra
El Reino de Pamplona, posteriormente llamado Reino de Navarra, tuvo como origen la propia familia gobernante. Su primer rey fue Íñigo Arista. A principios del siglo X, la familia Jimena sustituye a la Arista y el primer rey es Sancho Garcés I, que tiene un gran éxito militar. Navarra llegó a controlar lo que actualmente es Navarra (su origen) y lo que en la actualidad es el País Vasco y a unir dinásticamente los condados de Castilla, dependiente de León pero muy autónomo, y Aragón, Sobrarbe y Ribagorza en los Pirineos en tiempos de Sancho el Mayor.A su muerte dividió en tres su reino: Navarra, aislada y descolgada de la Reconquista; Castilla, para su hijo Fernando I, y Aragón, para su hijo Ramiro I.
El territorio situado entre el oriente de Navarra y el mar se dividió en condados sometidos a los francos. Los condados catalanes fueron divisiones de la zona occidental Marca Hispánica y los condados de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza ocupaban la zona intermedia. Fue una zona de contención militar que tomaron los francos para frenar las incursiones sarracenas.
Si bien la intención inicial de éstos era llevar las fronteras hasta el Ebro, la Marca quedó delimitada por los Pirineos en el norte y por el Llobregat en el Sur.
En la zona de los condados catalanes, el Condado de Barcelona se convirtió muy pronto en el condado dominante de la zona.
Aragón
Reino de Aragón que daría origen a la Corona de Aragón, los dominios de esta corona se extendieron hacia el sur y el Mediterráneo.
El Reino de Aragón tiene su origen en un condado también dependiente de esta marca, que sería anexionado por uniones dinásticas por Navarra. Tras una dura lucha con las taifas de Zaragoza, el Reino aragonés llegó al Ebro, conquistando la capital en 1118.
Reino de Castilla
El Reino de Castilla fue uno de los reinos medievales de la Península Ibérica. Surge como entidad política autónoma en el siglo IX siendo condado vasallo del Reino de León. Su nombre se debió a la gran cantidad de castillos que se encontraban en la zona.
El Apóstol Santiago y el Camino de Santiago
Santiago, el Mayor, apóstol y mártir, por Rembrandt
Datos de los Evangelios
Hijo de Zebedeo y Salomé, nacido en Betsaida (Galilea) y muerto en Jerusalén, en el siglo I(† 44),. También es conocido como San Jaime, San Diego o San Yago. Era el hermano mayor de Juan el Apóstol. Su maestro Jesús les puso el sobrenombre de «hermanos boanergués» («hijos del trueno»). Su nombre en hebreo es Jacobo, pero con el tiempo se ha ido deformando. Se llamado Santiago el Mayor o Santiago el de Zebedeo para distinguir del otro apóstol llamado Jacobo, Santiago el de Alfeo o Santiago el Menor. Fue uno de los primeros que recibieron la llamada de Jesucristo, cuando estaba pescando en el lago de Genesaret junto a su hermano. Fue uno de los discípulos más apreciados por Jesucristo.
Evangelización en Hispania
Según la leyenda, tras el Pentecostés (hacia 33 d. C.), cuando los apóstoles son enviados a la predicación, Santiago habría cruzado el mar Mediterráneo y desembarcado para predicar el Evangelio en la Hispania (actuales España y Portugal). Según unos relatos, su prédica habría comenzado en la Gallaecia, a la que habría llegado tras pasar las Columnas de Hércules, bordeado la Bética y la deshabitada costa de Portugal; otras tradiciones afirman su llegada a Tarraco y su viaje por el valle del Ebro, hasta entroncar con la vía romana que recorría las estribaciones de la Cordillera Cantábrica y terminaba en la actual La Coruña. Esta tradición hace de Santiago el santo patrón protector de España.
En cualquier caso, la tradición de la evangelización por el Apóstol Santiago indica que éste hizo algunos discípulos, y siete de ellos fueron los que continuaron la tarea evangelizadora una vez que Santiago regresó a Jerusalén.
La arqueología no aporta datos que corroboren esta historia –como no atestiguan casi ninguna prédica, salvo la paulina–, ya que no se encuentra constancia de la presencia de cristianos en Galicia antes de mediados del siglo III.
Se conoce, sin embargo, que existían poblaciones cristianas importantes ya durante el siglo II en las ciudades de la Bética y la Tarraconense, aunque los restos no permiten distinguirlos claramente de las comunidades judías preexistentes hasta el siglo III, lo cual es común a todo el Imperio.
El desarrollo del cristianismo en la Península fue rápido e intenso, como lo indican otras tradiciones.
Martirio en Jerusalén
Fuera de los Evangelios, sólo aparece nombrado en los Hechos de los Apóstoles (Hc 12, 2), cuando, tras una prédica, es martirizado en Jerusalén (es uno de los primeros mártires cristianos) hacia el año 44, degollado por orden de Herodes Agripa I, rey de Judea.
La leyenda se cierra conque sus discípulos habrían llevado su cuerpo (conservado de alguna manera) por el mar Mediterráneo en una mítica embarcación de piedra y habrían costeado el Atlántico nuevamente hasta Galicia, donde lo habrían enterrado justamente en Iria Flavia, donde el obispo Teodomiro lo halló en el siglo VII.
La tumba del Apóstol
Altar Mayor con la imagen de Santiago Peregrino en la Catedral de Santiago de Compostela, bajo el que se encuentra la tumba del Apóstol.
Alrededor del año 813, en tiempos del Rey de Asturias Alfonso II el Casto, un ermitaño cristiano llamado Paio le dijo al obispo gallego Teodomiro, de Iria Flavia (España), que había visto unas luces merodeando sobre un monte deshabitado. Hallaron una tumba donde se encontraba un cuerpo degollado con la cabeza bajo el brazo.
Sobre los restos que se conservan bajo la catedral de Compostela jamás se han realizado pruebas científicas, y la autenticidad de los mismos ha sido puesta en duda en numerosas ocasiones.
El rey Alfonso ordenó construir una iglesia encima del cementerio (compositum), origen de la Catedral de Santiago de Compostela («Santo Jacob del compositum»). Otros sostienen que la palabra Compostela proviene de campus stellae: «campo de las estrellas», debido a las luces que bailoteaban sobre el cementerio (véase fuego fatuo).
El Camino de Santiago
El descubrimiento de la Tumba del Apóstol supuso para el rey astur una serie de beneficios: la aglutinación de sus territorios como un solo reino, bajo la especial protección del Apóstol, y la cristianización de la antigua "Vía del Finisterre", ruta seguida tradicionalmente por muchos pueblos de religión céltica, hasta el pretendido fin del mundo.
De hecho, las peregrinaciones galas hacia el noroeste de España se han probado arqueológicamente y se puede afirmar que los celtas - en el primer milenio antes de nuestra era - recorrían toda Europa para ir a estos sitios, donde celebraban sus matrimonios y otros ritos. Este camino precristiano se convierte así en el Camino de Santiago o Ruta jacobea, y Compostela en el tercer núcleo de peregrinación medieval, tras Roma y Jerusalén.
En el año 1122, el papa Calixto II instituyó y proclamó que en adelante tuvieran la consideración y privilegios de Año Santo Jacobeo todos los años en los que la fiesta litúrgica de Santiago, el 25 de julio, coincidiera con el día domingo. Los próximos años jacobeos tendrán lugar en 2010 y 2021.
Santiago contra el Islam
El rey Alfonso y sus descendientes convierten al apóstol en un símbolo del combate contra el islam, naciendo así la imagen de Santiago Matamoros, que se prodigó a lo largo de la ruta jacobea.
En el año 859, el rey Ordoño I de Asturias dijo haber obtenido la victoria sobre los moros en la Batalla de Clavijo porque se le apareció el apóstol Santiago Matamoros.
Reliquias
El Monasterio de Cañas posee una reliquia que dicen ser las herraduras del caballo de Santiago, en la batalla de las Navas de Tolosa.
Fiestas en su honor
Como Patrón de España que es, Santiago el Mayor (más conocido como Santiago Apóstol) es también el patrón de numerosos pueblos y ciudades que el día 25 de julio celebran en su honor fiestas tanto paganas como religiosas. Santiago de Compostela es la ciudad que mayores fiestas organiza en su honor. La catedral de la ciudad acoge esos días la mayor afluencia de peregrinos del año.
Así pues, es también el patrón de Galicia, celebrándose su festividad, el Día Nacional de Galicia, cada 25 de julio en la ciudad de Santiago de Compostela.
También es patrón en la ciudad de Moncada (Valencia). En las Islas Canarias, Santiago es patrón de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, capital de la isla de Tenerife,
Caracas,
vvveterinarios, equitadores, curtidores, peleteros
Atributos: vestido de peregrino o de soldado a lomos de un caballo blanco en actitud de lucha.
Concha de Vieira
Espada (Cruz) de Santiago
El Camino de Santiago es una ruta que recorren los peregrinos procedentes de España y de toda Europa para llegar a la ciudad de Santiago de Compostela, donde se veneran las reliquias del apóstol Santiago el Mayor.
Durante toda la Edad Media fue muy concurrido, después fue ligeramente olvidado y en la época actual ha vuelto a tomar un gran auge.
El Camino de Santiago ha sido declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad; Itinerario Cultural Europeo por el Consejo de Europa y ha recibido el título honorífico de Calle mayor de Europa.
Los orígenes del culto a Santiago en la Hispania romana son desconocidos, pero parece ser que en el año 814 se encontraron reliquias atribuídas al apóstol. Al final del siglo VIII se extiende por la Europa cristiana. En el siglo XI el número de peregrinos aumentó considerablemente gracias a contactos culturales entre las naciones europeas.
Inicio de la Peregrinación
Aproximadamente a partir de 813 con el hallazgo de las reliquias del apóstol y con el beneplácito de Carlomagno, que quería defender sus fronteras de invasiones árabes, Compostela se convertirá progresivamente en un centro de peregrinaje que recibirá su impulso definitivo durante la primera mitad del siglo XII. Muy pronto, la noticia se extiende por toda la Europa cristiana y los peregrinos comienzan a llegar al lugar del sepulcro, el denominado Campus Stellae, que degenerará en el término Compostela.
Menéndez Pidal opinaba que en cierto sentido se puede considerar al caudillo musulmán Almanzor como el gran revitalizador del Camino y quien provocó su fama internacional. En efecto, los repetidos ataques de Almanzor sobre los reinos cristianos españoles llegaron a inquietar a los monjes de la abadía benedictina de Cluny, en aquel momento el más importante centro del cristianismo europeo. Religiosos vinculados a Cluny elaborarán el Códice calixtino y la Historia compostelana, y los reyes españoles favorecerán en todo lo posible la constitución y proyección de una red de monasterios cluniacenses en el norte de España y singularmente alrededor del Camino. Esa política está íntimamente relacionada con el deseo de los monarcas españoles de romper con su aislamiento respecto de la Cristiandad mediante lazos dinásticos, culturales y religiosos.
Muchos de los primeros peregrinos procedían de regiones de Europa pioneras en la aportación de novedades musicales. Partiendo algunos del norte, y otros de zonas más céntricas de Francia, habían pasado por lugares de culto, como Chartres y Tours. Allí pudieron escuchar las melodías que todo el Occidente cristiano consideraba el verdadero legado del papa Gregorio. Poco importaba que aquellos que venían del norte de Italia y que habían tenido que cruzar los Alpes y Pirineos les dijeran que en su lugar de origen el rito litúrgico era más antiguo y venerable que ése al que ellos llamaban romano.
Tampoco importaba mucho que una vez adentrados en territorio hispánico, y reunidos los peregrinos de distintas procedencias en torno a un mismo Camino, hicieran un alto en algún monasterio riojano y allí se les hablase, no sin nostalgia, de una liturgia que no hacía mucho era el elemento unificador frente a las huestes de Alah que desde hacía siglos ocupaban buena parte del solar hispano.
En esos monasterios riojanos y castellanos aún se miraría con recelo a aquellos caminantes que se dirigían a Campus Stellae. Precisamente siguiendo esa ruta había entrado el principal enemigo del rito hispano. Por la ruta jacobea se fueron contaminando las antiguas ceremonias y costumbres para que aquellos que venían de regiones remotas pudieran entender algo del culto que escuchaban. Tanto es así, que ante los deseos unificadores de Alfonso VI, se abolió el rito autóctono en beneficio de la liturgia llamada romana.
Consolidación de la Ruta Jacobea
El número de peregrinos aumenta extraordinariamente a partir del siglo X, cuando la población europea logra salir del aislamiento de épocas anteriores e inicia una serie de contactos e intercambios que, en el campo religioso, llevarán a hacer de la peregrinación la forma más difundida de devoción. Roma, Jerusalén y Santiago de Compostela serán los destinos más importantes: todos los caminos llevan a Roma. Los cruzados y las ciudades marítimas italianas abren la ruta de Jerusalén. Los monarcas de Navarra, Aragón, Castilla y León facilitan el viaje a Santiago mediante la construcción de puentes, reparación de caminos y edificación de hospitales.
Años más tarde, el carácter apostólico de su iglesia y las riquezas acumuladas gracias a los peregrinos permitirían a un obispo emprendedor, Diego Gelmírez, convertir su sede en arzobispado.
Declive del Camino
Después del siglo XIV se produjeron muchas convulsiones sociales en Europa que desvían a los peregrinos potenciales hacia otros destinos. Por otra parte, la Reconquista desplaza toda la atención económica y gubernamental de los reinos españoles hacia el sur. El Camino de Santiago pierde el esplendor de los siglos anteriores. El Cisma de Occidente en 1378 agrava y divide a la Cristiandad. El siglo XV tampoco ayudó a su revitalización, plagado de acontecimientos desagradables en el viejo continente: guerras, hambre, peste, malas cosechas, sequías...
Aun así, muchos creyentes seguían acudiendo hasta la tumba del apóstol para cumplimentar su penitencia pero, año tras año, el Camino fue cayendo en el olvido.
Existen numerosas rutas para realizar el peregrinaje. La más conocida y utilizada es el Camino Francés, por el que vienen los peregrinos del centro de Europa. Entran por Roncesvalles (Navarra) o por Somport (Aragón) y siguen el recorrido por Puente la Reina, Logroño, Burgos, León y Santiago. Se tiende a comenzar esta ruta desde Roncesvalles, aunque se puede realizar desde cualquier punto de la misma.
Otra ruta en auge es el Camino del Norte, que discurre por la costa norte de España, desde Irún hasta Santiago, atravesando el País Vasco, Cantabria y Asturias. Este camino está señalizado pero no dispone de refugios en todo su recorrido.
Lo mismo ocurre con la Ruta de la Plata o Camino del Sureste, que llega a Santiago desde Sevilla pasando por Zafra, Mérida, Cáceres, Plasencia, Salamanca, Zamora y Ourense, a través de la antigua calzada romana que comunicaba Mérida con Astorga. Este camino se bifurca a la entrada en Galicia por A Gudiña.
El Camino inglés es frecuentado por los peregrinos del norte de Europa y de las islas británicas, que llegaban por mar hasta el puerto de El Ferrol o La Coruña y desde allí continuaban a pie hasta Santiago.
A lo largo del camino, se construyen iglesias y hospitales bajo la advocación de Santiago y, también, por otras adoraciones muy consideradas en los siglos XI y XII. Todavía podemos ver en las poblaciones por las que se peregrinaba, las indicaciones calle del Camino e iglesia de Santiago, que marcaban el recorrido medieval.
2009. november 19., csütörtök
Los árabes en España
Los árabes en España
Cronología:
2009. október 6., kedd
Mérida, la Roma espanola
Emérita Augusta fue fundada por Ocatavio César Augusto en
Se convertiría en la capital de la provincia imperial de la Lusitania y en un gran centro estratégico, comercial, agrícola y de comunicaciones.
Los romanos no sólo la proveyeron del equipamiento de una gran urbe, sino que la embellecieron con numerosas construcciones civiles, templos y monumentos.
Destaca el teatro que tras de 2.000 anos aún continua en uso y es la sede del Festival de Teatro Clásico.
Fue construido poco después de la fundación, en el punto geográfico más alto de la ciudad, con un aforo de casi 6.000 personas.
Consta de todos los elementos de los teatros romanos de la época imperial: graderío, espacio semicircular entre éste y la escena,proscenio y escena.
La escena, la parte más grandiosa, de
Muy cerca del Teatro se encuentra el Anfiteatro, construido en
El circo, de
La situación estratégica de la ciudad en las comunicaciones peninsulares obligó a la construcción de puentes: el de Guadiana tiene una longitud de casi
El Acueducto de Los Milagros conduce el agua del pantano Proserpina, también consdtrucción romana, a la ciudad. (
Más:
Templo de Diana
Acueducto de San Lázaro
Puente del río Albarregas
Casa de Mitreo
Casa-basílica
Arco de Trajano
Mosaicos, esculturas, frisos etc.
Desde la prehistoria hasta la llegada de los árabes, Cronología
C. | Pinturas de la cueva de Altamira |
10.000 – | Apogeo de la cultura megalítica; desarrollo de la pintura esquemática y levantina |
VII - VI a.C. | Arte tartésico¸llegada a los fenicios La llegada de los cartagineses, destruyen Tartessos Fundación fenicia de Cádiz |
| Fundación griega de Ampurias |
VI-s - I a.C. | Los romanos desembarcan en Ampurias Arte ibérico; a partir del siglo II se advierte una fuerte influencia romana |
III – I a.C. | Culturas celtibéricas |
I a.C. – V d.C. | Arte romano |
IV – VI d.C. 409 d.C. 589 d.C. | Primer arte cristiano Gran número de invasores germánicos franquean los Pirineos Llegan los visigodos en calidad de auxiliares del éjército romano El rey Recaredo se convierte al catolicismo |
VII d.C. 711 | Arte visigodo Los bereberes islamizados desembarcan en la costa de Tarifa (Tarik); el inicio de la conquista y dominación musulmana |
DESDE LA PREHISTORIA HASTA LA LLEGADA DE LOS ÁRABES
- La presencia humana en la Península Ibérica es muy antigua
- Sociedades prehistóricas – desconcían la agricultura, subsistían de la caza, la pesca y - recolección de frutos silvestres
- Nómados
- Creencias de tipo animista (todos los objetos de la naturaleza tenían vida y poderes sobrenaturales)
- Primeros testimonios artísticos proceden del período del Paleolítico (hace 35.000 años)
- La figura humana aparece en el período Mesolítico (hace 10.000 años)
- V. milenio a. C.: grupos de colonos procedentes de Oriente Medio – introducen técnicas agrícolas en la costa mediterránea
- III. milenio a. C.: otros colonos traen culturas metalúrgicas y megalíticas
- II. milenio a. C.: la cultura de El Algar – aparecen los primeros asentamientos urbanos
- I. milenio a. C.: llegan los celtas – conocen la metalurgía de hierro
- Las primeras culturas prehistóricas (Cultura de Almería, Los Millares, El Algar) – aproximadamente desde
- Se concentran preferentemente
- en el litoral cantábrico
- en la franja mediterránea (fósil humano descubierto en Orce, Granada – el resto más antiguo del hombre de Europa)
- La historia de Iberia propiamente dicha comienza con la llegada de los pueblos colonizadores (fenicios, griegos, cartagineses y, posteriormente, romanos). Estaban culturalmente más adelantados que los habitantes peninsulares nativos e impusieron sobre ellos su economía, sus costumbres y sus tradiciones.
Pintura rupestre
- Definición: pintura rupestre son todos aquellos dibujos y bocetos prehistóricos existentes en algunas rocas y cavernas.
- No tenían finalidad artística, ni decorativa. Objetivo práctico, utilitario: relacionadas con ritos de carácter mágico-religioso para propiciar la caza, forma de invocar y apropiarse de los animales que servían de alimento
- Las más antiguas manifestaciones y las de mayor relevancia se encuentran en España y Francia, y se corresponden con el período de transición del Paleolítico al Neolítico.
- Dos estilos bien diferentes:
A/ Pinturas de la zona franco-cantábrica
- Del primero de los períodos citados son las extraordinarias pinturas de
- Las pinturas de Altamira fueron descubiertas en 1879.
- Localización - Santillana del Mar (Cantabria)
- Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1985.
- Los investigadores suponen que las pinturas de Altamira se datan entre 15.000 y 12.000 años a.C. Pertenecían, por tanto, al período Magdaleniense III.
- La cueva de Altamira es relativamente pequeña: sólo tiene 270 metros de longitud. Presenta una estructura sencilla formada por una galería con escasas ramificaciones.
- Se definen tres zonas:
- la primera está formada por un vestíbulo amplio, iluminado por la luz natural.
- la segunda es la gran sala de pinturas polícromas, apodada «Capilla Sixtina del Arte Cuaternario».
- finalmente, existen otras salas y corredores en los que también hay manifestaciones artísticas de menor trascendencia.
- La sensación de realismo se consigue mediante el aprovechamiento de los abultamientos naturales de la roca que crean la ilusión de volumen y movilidad, la viveza de los colores (policromos) que rellenan las superficies interiores (rojo, negro, amarillo, pardos) y la técnica del dibujo y del grabado, que delimita los contornos de las figuras.
- La pintura está hecha con pigmentos minerales ocres, marrones, amarillentos y rojizos, mezclados con aglutinantes como la grasa animal.
- El contorno de líneas negras de las figuras se realizó con carbón vegetal.
Se aplicaron con los dedos, con algún utensilio a modo de pincel y en ocasiones soplando la pintura a modo de aerógrafo.
- El animal más representado es el bisonte. Se observa junto a caballos, y ciervos.
- Ausentes las figuras humanas
- La gran cierva, la mayor de todas la figuras representadas, tiene
B/ Pinturas mesolíticas de la zona levantina
- hace unos 10.000 años
- período mesolítico
- en la costa mediterránea (entre Andalucía y Cataluña): se han descubierto aprox. 900 muestras de pinturas en las paredes de abrigos rocosos (no en el interior de cuevas profundas)
- Figuras humanas – en el centro de la composición (representaciones de escenas cotidianas, p. ej. pastoreo, danza, caza)
- Monocromas, menor tamaño, muy esquemáticas
- Cogull (Lérida)
Pueblos autóctonos
Tartessos
- La Biblia y otras fuentes clásicas se refieren a Tartessos (o Tarsis), legendario imperio en las proximidades del Guadalquivir (yacimientos en Carambolo y Carmona/ Sevilla, Lebrija/Cádiz, Cabezo de San Pedro/Huelva)
- VII-VI a. C.: cultura preibérica de economía agrícola, minera y comercial
- restos artísticos: estelas funerarias, trabajos de orfebrería (brazaletes, pectorales y collares), influidos por los estilos de Oriente Próximo
- finales del VI a. C: fue destruido por los cartagineses (ofensiva púnica)
Los celtas
Castro celta en Galicia.
- llegan I milenio a. C.
- sus origen es incierto (europeos)
- en el Noroeste de la P. – pequeños poblados muy bien fortificados (Coaña, Briteiros, Santa Tecla), casas de planta circular o elíptica, techo de paja cuyo modelo pervive aún en las pallozas gallegas
- se mantienen incomunicados (sin contacto con los colonizadores fenicios y griegos) – les impide evolucionar cultural y tecnológicamente
- Eran pueblos con una economía agraria, más bien pobre, que se agrupaban en confederaciones de tipo tribal y con grupos aristocráticos.
- conocen la metalurgía de metal y la orfebrería (se conservan armas, joyas, fíbulas) y artesanía textil muy apreciada por los antiguos romanos
- incineran sus cadáveres y guardan las cenizas en urnas – las entierran en cementerios colectivos (campos de urnas) o las depositan debajo de piedras en forma de túmulo
- habitaban la Meseta: los Toros de Guisando (Ávila) – esculturas de gran tamaño, de carácter mágico-religioso
Los iberos
- Denominación procedente de los griegos: ellos llamaban iberos los pueblos que habitaban la costa mediterránea (se extendieron por toda el área levantina, desde los Pirineos hasta Cádiz, aunque su zona de influencia abarcaba una importante franja interior, desde el valle del Ebro hasta el valle del Guadalquivir.
- Varios pueblos de desarrollo social y político diversos, la mayor parte estaban dirigidos por una aristocracia que controlaba la producción del campesinado e imponía su dominio mediante la fuerza militar. En ciertos pueblos hubo líderes, quizá cercanos a la figura de un rey.
- poblados fortificados, casas de adobe y tapial
- adoran una divinidad femenina (señora de la vida, la fecundidad y la muerte), el señor de los caballos (aparece en las monedas) y las fuerzas de la naturaleza (montañas, fuentes, etc)
- incineran los cadáveres (enterramientos de dif. Tipos), creen en la vida de ultratumba
- se reúnen en lugares de culto donde depositan exvotos
- Entre los siglos VI y III a. C. adquirieron rasgos propios bajo la influencia de los griegos, y fenicios
- En el ámbito cultural, eran pueblos avanzados, con una lengua propia aún sin descifrar. En determinadas ciudades un cierto desarrollo de la planificación urbana.
- Arquitectura:
- restos escasos (fortificaciones y murallas) – Ibros/Jaén, Tarragona, Ullastret/Gerona, Sagunto/Valencia
- Pozo de Moro (Albacete): gran sepulcro de sillares labrados – cámara de forma de torre cuadrada, con cuatro leones en la base, relieves con escenas mitológicas
- Escultura:
- restos abundantes
- destacan
La Dama de Elche (Museo Arqueológico Nacional de Madrid). Es la obra más representativa del arte ibérico. Era una urna funeraria con una cavidad posterior para depositar las cenizas.
- La Dama de Elche (Alicante) la pieza cumbre del arte ibérico, es un busto íbero tallado en piedra caliza que se data entre los siglos V a. C.
- encontrado en 1897
- Mide
- se supone que es el resto de una escultura sedente
- Varias hipótesis:
- representa una dama aristócrata
- es la versión ibérica de la diosa protectora de la fertilidad de los cartagineses, Tanit, la Démeter griega, la Astarté fenicia, Istar mesopotámica
- urna funeraria
- Muestra influencia fenicia (los amuletos sobre el pecho) y griega (distribución del ropaje, rodetes para meter el pelo)
- Todas llevan ricos ropajes y adornos muy lujosos.
La Dama de Baza
- fue encontrada 1971 por el arqueólogo Francisco José Presedo Velo en el Cerro del Santuario, necrópolis de
- Es una figura sedente en un trono, hecha en piedra caliza policromada, del siglo IV a. C.
- 130 x 105 cms
Dama de Cerro de los Santos – la más moderna (s. II a. C.) – pero con el aspecto más arcáico, más tosco
Exvotos: - pequeñas figuras en bronce y barro, muy esquemáticas y muy expresionistas
Representan guerreros, jinetes y mujeres en actitudes solemnes. También hay figuras zoomorfas. De carácter religioso, se depositaban en santuarios.
Artes aplicadas:
Joyas, armas, espadas, falcatas, cerámica de barro rojo o amarillento, con motivos geométricos
- La conquista de cartagineses y romanos impidió su desarrollo y sometió a todos ellos al dominio externo.
Otros pueblos de la Meseta y de la franja cantábrica:
- los lusitanos en el centro del actual Portugal
- los galaicos, astures y cántabros
Pueblos colonizadores
- Las colonizaciones en
- Los pueblos que llevaron a cabo la empresa, fenicios, griegos y cartagineses, dieron mayor importancia a comerciar y asegurarse el control de las riquezas mineras para sus metrópolis, que de asentarse de una forma estable en el territorio peninsular.
Los fenicios
- La aparición de las culturas del occidente peninsular coincide hacia el siglo XII a. C. con la expansión fenicia por todo el Mediterráneo. La presencia fenicia está limitada a la costa de Andalucía y a una limitada zona de influencia interior y estuvo asociada al pueblo de Tartessos.
- A los fenicios se les atribuye la fundación de Gádir (actual Cádiz), hacia el año
Los griegos
- sólo a partir del siglo VI a. C. se han encontrado bastantes objetos, principalmente vasijas cerámicas, pero son lo suficientemente abundantes como para pensar que fueron los propios griegos quienes los introdujeron, fundamentalmente a través del puerto de Huelva.
- El único asentamiento seguro es el de Emporion (Ampurias), en la costa de Gerona, fundada por los colonos procedentes de la ciudad griega de Massalia (actual Marsella) hacia el año 600 a. C.
- Su convivencia con los iberos fue, hasta la época romana, bastante pacífica.
- La influencia del pueblo griego sobre las tribus iberas con las que comerciaba es evidente, dados las muestras en el arte, la lengua y los signos culturales que los iberos suministran.
Los catagineses
- La época de mayor presencia púnica (cartaginenses) en la Península Ibérica transcurre durante los siglos IX y III a. C. El pueblo cartaginés sustituyó a los comerciantes fenicios y se instalaron en las factorías comerciales costeras mediterráneas desde las que controlaban los productos del interior.
- La influencia cultural que pudo ejercer Cartago en
Hispania Romana
- Se conoce como Hispania Romana a los territorios de la Península Ibérica durante el período histórico de dominación romana.
- Entre 218 a. C. (Fecha del desembarco romano en Ampurias) y los principios del siglo V (cuando entran los visigodos en la Península, como auxiliares del Imperio Romano luchando contra los otros pueblos bárbaros, y crean un reino hispano con capital en Toledo).
Romanización
- período de siete siglos
- profundos e irreversibles cambios en la población, en la organización política, en la urbanismo, en la economía, en la legislación, en el idioma (las lenguas romances
descendientes directas del latín), en la cultura, en las artes
- conversión de los hispanos al cristianismo (según las leyendas viene del apóstol Santiago y de San Pablo)
- Hispania se convirtió en una parte fundamental del Imperio Romano, proporcionando a éste un enorme caudal de recursos materiales y humanos
Teatro romano de Mérida
Dos fases:
1. la conquista militar
2. la integración de los pueblos hispanos en el Imperio Romano
- Se inició a finales del siglo III a. C. como una invasión estratégica para cortar las líneas de abastecimiento cartaginesas que sostenían la invasión de la Península Itálica por Aníbal durante la Segunda Guerra Púnica (tardó 12 años expulsarlos de la P.)
- Casi dos siglos más hasta dominar la totalidad de
- desde
-
Urbanismo e infraestructura
- remodelación de las ciudades ya existentes y fundación de otras en zonas agrícolas y de gran valor estratégico y comercial
(Emérita Augusta – Mérida
Itálica – cerca de Sevilla
Tarraco – Tarragona
Caesaraugusta – Zaragoza
Legio – León
Hispalis – Sevilla
Barcino - Barcelona, etc.)
- construidas al modelo de las ciudades romanas (criterios racionales)
(dos vías grandes orientadas de norte a sur, y de este a oeste, cruzándose en la plaza central – foro -, donde se levantan los edificios públicos (tiendas) y oficiales (basílica)
- ciudades comunicadas entre sí por una extensa red de carreteras/calzadas
- repiten las técnicas, los materiales y los modelos empleados en el Imperio
(arcos semicirculares o de medio punto, bóvedas de cañón, cúpulas, pilares, etc)
Teatros (Itálica, Mérida, Sagunto)
- construidos en un llano, no aprovechando el desnivel del terreno
- Mérida: s. I a. C. , 5 mil espectadores, orquesta semicircular, escena con pórtico formado por dos cuerpos superpuestos de entrantes y salientes con columnas corintias
Templos (Itálica)
- planta rectangular, fachada principal de seis columnas con capiteles corintios
- triple cámara (allí se guarda la estatua del dios)
Anfiteatros (Toledo, Tarragona, Mérida)
- dedicados a luchas de gladiadores, simulacros de batallas navales y luchas con fieras
- planta elíptica, graderío corrido, galerías
Circos
- se conservan pocos
- competiciones deportivas, carreras de carros tirados por caballos
Termas (Alange/Badajoz)
- edificaciones de múltiples usos: baño, biblioteca, gimnasio
Arcos de triunfo (Bará, Tarragona, Mérida, Medinaceli, Soria)
- se sitúan en las vías de comunicación, forman parte del recinto urbano o sirven de puerta de entrada monumental a la ciudad
Arquitectura funeraria (Escipiones/Tarragona)
- monumentos funerarios de forma de torre cuadrada o de templo
Puentes
- Alcántara, sobre el Tajo/Extremadura – comienzos del s. II d. C., 50 ms de altura, arco de triunfo central, un templete en un extremo
- Mérida, sobre el Guadiana, casi 800 ms de longitud
Acueductos (Segovia, Mérida, Tarragona)
- Segovia: casi 700 ms de largo, 30 ms de alto
- Unificación lingüística: con el latín se eliminan las lenguas ibéricas y la celta indoeuropea
- La lengua hablada por el pueblo es el latín vulgar (no literario) - romance
- Emperadores romanos: Nerva, Trajano, Adriano
- Escritores: Séneca, Lucano, Marcial
Arte utilitario – predominio de la arquitectura
- pintura, escultura
- mosáico (en el suelo y en las paredes de edificios oficiales, las villas, palacios), representan escenas mitológicas, figuras geométricas, gran variedad de colores
La Hispania visigoda
La Hispania visigoda es la denominación del período histórico que abarca el asentamiento del pueblo visigodo en la Península Ibérica, entre finales del siglo V y comienzos del siglo VIII.
Extensión del Reino Visigodo hacia principios del siglo VI.
- V. d. C.: Invasiones germánicas (409: suevos, vándalos, alanos)
- 411: los visigodos llegan como aliados de los romanos para vencer los pueblos germánicos y obligarlos a emigrar al Norte de África
- 507: se establecen definitivamente (asentamiento pacífico y gradual)
- 554: la capital a Toledo
- Monarquía: continuador del Bajo Imperio romano (socio-económico y políticamente)
Corona de Recesvinto (Madrid).
- Su estado se mantuvo hasta 711, en que una disputa nobiliaria por el trono facilitó la penetración islámica
- Asimilación del latín – idioma de pensadores
p.ej. San Isidro, obispo de Sevilla (570-636)
Obras: Etimologías (enciclopedia), Historia de los godos
- Religión: los visigodos siguen el arrianismo (herejía que negaba el dogma de
- Arte: continua la tradición clásica y bizantina; arte religiosa (p.ej. San Juan de los Baños, Palencia); escultura, orfebrería
711: Tarik Ibn Ziyad, gobernador de Tánger, al mando de 12 mil hombres cruza el Estrecho de Gibraltar y derrota el ejército visigodo en la batalla de Guadalete.
A continuación (hasta 714) los musulmanes, con asombrosa velocidad y sin encontrar apenas oposición, conquistan casi toda la península.
Arte visigodo
- la mayoría en Noroeste
- San Juan de los Baños / Palencia – consagrada en 661 por el rey Recesvinto
- San Pedro de la Nave / Zamora
- Santa Comba de Bande / Orense
- continuaron las técnicas y estilos artísticos romano y paleocristiano, aunque añadieron elementos bizantinos y norteafricanos
(Arte paleocristiano: arte surgido al servicio de la nueva fe cristiana, heredero del romano, pero sin su monumentalidad. Mayor esplendor entre el s. V-VI. Basilícas orientadas de Oeste a Este. El altar mayor en el ábside semicircular. Divididas en 3 ó 5 naves, la central de mayor altura. Techumbres planas, de madera.
Son Bon / Menorca
Vega de Mar y San Pedro de Alcántara / Málaga
Marialba / León)
- arquitectura eclesial – sus rasgos se configuraron plenamente en el s. VII.
- materiales de construcción: ladrillo, sillares labrados
- plantas de forma de cruz griega o basilical
- ábsides rectangulares, bóvedas de cañón
- elemento constructivo y ornamental: arco de herradura
- columnas y capiteles procedentes de edificaciones romanas
Orfebrería
- técnicas de metal de tradición germánica
- fabricación de armas y objetos de adorno personal
- influencia bizantina (Tesoro de Guarrazar / Toledo): coronas votivas en oro del rey Recesvinto
Canto visigodo o mozárabe
- desde el s. VI propia liturgia en la Iglesia, llamado rito hispánico, visigótico o mozárabe, acompañada de un canto del que se conservan 20 códices (repertorio entre el s. VI – VIII)